La gestión eficaz de los procesos de mantenimiento es crucial para cualquier organización que desee maximizar la eficiencia operativa y reducir costes. Sin embargo, a muchos gestores les resulta difícil identificar y aplicar los indicadores clave de rendimiento (KPI) más relevantes para sus procesos.
En este artículo, exploraremos cuáles son los principales KPI de los procesos de mantenimiento, los "dolores" comunes a los que se enfrentan los gestores y cómo estas métricas pueden ser la solución para optimizar las operaciones y garantizar mejores resultados.
1. Falta de visibilidad y control
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los responsables de mantenimiento es la falta de visibilidad de las operaciones diarias. Sin datos claros y concisos, es difícil tomar decisiones informadas, identificar áreas de mejora y predecir fallos. Esta falta de visibilidad puede dar lugar a un mantenimiento reactivo, en el que los problemas se solucionan sólo cuando surgen, en lugar de prevenirlos de forma proactiva.
2. Mantenimiento reactivo en detrimento del mantenimiento proactivo
El mantenimiento correctivo puede ser costoso y causar paradas imprevistas, lo que repercute negativamente en las operaciones y la rentabilidad. Muchas organizaciones aún no han implantado estrategias de mantenimiento preventivo o predictivo, lo que conduce a un ciclo continuo de reparaciones de emergencia y averías de equipos, que se traducen en un mayor esfuerzo de recursos y repercuten en el uso cotidiano de los activos.
3. Dificultades para medir la eficiencia operativa
Medir la eficiencia de las operaciones de mantenimiento puede ser un reto importante. Sin una métrica clara, es difícil evaluar el rendimiento del equipo de mantenimiento, la eficacia de las estrategias aplicadas y el rendimiento de la inversión (ROI) en programas de mantenimiento.
4. Infrautilización de los sistemas de gestión de activos
Muchas empresas invierten en Sistemas de Gestión de Activos (SGA) pero no los utilizan plenamente. Estos sistemas son esenciales para recopilar datos y obtener métricas, en forma de informes o cuadros de mando, pero sin la correcta implementación de los KPI, la información recopilada puede no utilizarse de forma eficaz.
Para superar estos retos, es esencial implantar unos KPI bien definidos. Los KPI ofrecen una forma objetiva de medir el rendimiento, identificar áreas de mejora y alinear las operaciones de mantenimiento con los objetivos estratégicos de la organización.
Exploremos algunos de los principales KPI que pueden transformar los procesos de mantenimiento.
1) Mantenimiento planificado frente a mantenimiento reactivo
Definición: Este KPI mide la proporción de mantenimiento planificado en comparación con el mantenimiento reactivo. El mantenimiento planificado incluye todas las actividades de mantenimiento preventivo y predictivo, mientras que el mantenimiento reactivo incluye las reparaciones de emergencia (mantenimiento correctivo y curativo).
Objetivo: El objetivo es aumentar el porcentaje de mantenimiento planificado para reducir costes, minimizar el tiempo de inactividad no planificado y aumentar la vida útil de los equipos.
Importancia:
2. Porcentaje de mantenimiento preventivo respecto al planificado
Definición: Este KPI mide el porcentaje de horas de mantenimiento planificado que se dedican a actividades preventivas.
Objetivo: El objetivo es garantizar que la mayoría de las actividades de mantenimiento planificadas sean preventivas, anticipándose así a posibles problemas.
Importancia:
3. Porcentaje de disponibilidad de los equipos
Definición: Este KPI mide la cantidad de tiempo que el equipo está operativo y disponible para su uso, en comparación con el tiempo total disponible.
Objetivo: El objetivo es maximizar la disponibilidad de los equipos minimizando los tiempos de inactividad planificados y no planificados.
Importancia:
4. Cumplimiento del calendario
Definición: Este KPI mide el porcentaje de tareas de mantenimiento que se completan a tiempo.
Objetivo: El objetivo es garantizar que todas las actividades de mantenimiento se completen según lo previsto, para evitar retrasos y minimizar el impacto en el uso.
Importancia:
5. Coste de mantenimiento por unidad de producción
Definición: Este KPI mide el coste total del mantenimiento dividido por el número de unidades producidas, ofreciendo una visión clara del impacto financiero del mantenimiento en las operaciones de producción.
Objetivo: El objetivo es reducir el coste de mantenimiento por unidad de producción optimizando los procesos de mantenimiento para aumentar la rentabilidad.
Importancia:
6. Rotaciones de inventario
Definición: Este KPI mide la frecuencia con la que el inventario de piezas de repuesto se utiliza y se repone a lo largo del tiempo.
Objetivo: El objetivo es optimizar la gestión del inventario, garantizando que las piezas de repuesto estén disponibles cuando se necesiten, pero evitando excesos que puedan generar costes innecesarios.
Importancia:
7. Eficacia global de los equipos (OEE)
Definición: La OEE es una métrica global que evalúa la eficacia de los equipos, teniendo en cuenta la disponibilidad, el rendimiento y la calidad.
Objetivo: El objetivo es maximizar la OEE, garantizando que los equipos funcionan con la máxima eficacia y calidad posibles.
Importancia:
8. Porcentaje de órdenes de trabajo planificadas completadas
Definición: Este KPI mide el porcentaje de órdenes de trabajo planificadas que se completan según lo programado.
Objetivo: El objetivo es maximizar la finalización de las órdenes de trabajo planificadas, asegurando que todas las actividades de mantenimiento se llevan a cabo de manera eficiente y a tiempo.
Importancia:
9. Pérdida de oportunidad por fallo de equipos
Definición:Este KPI mide las oportunidades de producción perdidas debido a fallos en los equipos, destacando el impacto de los fallos en los resultados operativos.
Objetivo: El objetivo es minimizar las oportunidades de pérdida mediante la aplicación de estrategias de mantenimiento eficaces para reducir los fallos y maximizar la producción.
Importancia:
La implementación efectiva de KPIs en los procesos de mantenimiento es clave para garantizar la eficiencia, reducir costes y maximizar la productividad. Estos indicadores proporcionan una visión clara del rendimiento de las operaciones de mantenimiento, permitiendo identificar áreas de mejora y alinear las estrategias de mantenimiento con los objetivos estratégicos de la organización. Al centrarse en los KPI clave, las organizaciones pueden transformar sus operaciones de mantenimiento, garantizar la disponibilidad continua de los equipos y mejorar la rentabilidad global.
Con la creciente importancia de la gestión de activos en las organizaciones, es esencial que los responsables de mantenimiento comprendan y apliquen los KPI más relevantes para sus operaciones. Invertir en tecnología, como los sistemas EAM, y asegurarse de que los datos recopilados se utilizan eficazmente a través de KPI bien definidos, es esencial para el éxito a largo plazo en la gestión del mantenimiento.
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