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A medida que el enfoque global en la sostenibilidad se intensifica, las empresas están bajo una presión cada vez mayor para medir y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Las organizaciones de todo el mundo están adoptando marcos para rastrear su impacto ambiental, especialmente con respecto a las emisiones generadas por las operaciones y las cadenas de suministro. Entre estos marcos, los Factores de Conversión de GEI y los Estándares del Protocolo de GEI son dos conceptos fundamentales que ayudan a las empresas a cuantificar su huella de carbono. Este artículo explora qué significan estos términos, quién los regula, su propósito y por qué las empresas deberían integrarlos en su estrategia de gestión de activos físicos.
Los factores de conversión de GEI son coeficientes utilizados para convertir el consumo de energía, el uso de combustible y otros datos de actividad en emisiones equivalentes de dióxido de carbono (CO2e). Estos factores permiten a las empresas estimar su huella de carbono aplicando cálculos estandarizados a múltiples fuentes de emisiones, incluido el uso de combustible, el uso de electricidad y los procesos industriales.
Varias organizaciones proporcionan factores de conversión de GEI, siendo los más reconocidos:
Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Gobierno del Reino Unido (DEFRA): publica anualmente factores de conversión de GEI para empresas y organizaciones del Reino Unido.
Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA): proporciona factores de emisión para diferentes tipos de combustibles y procesos industriales.
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC): proporciona factores de emisiones globales utilizados en los inventarios.
Agencia Internacional de Energía (AIE): proporciona datos y factores de conversión para el consumo de energía y las emisiones de carbono.
Estas organizaciones garantizan que las empresas utilicen factores precisos y actualizados en sus cálculos de emisiones, promoviendo la coherencia y la comparabilidad en los informes de sostenibilidad.
A continuación se presentan algunos factores de conversión de GEI que se utilizan habitualmente en los informes corporativos:
Electricidad (promedio de la red eléctrica del Reino Unido, 2023): 0,212 kg de CO2e por kWh
Gas natural: 0,184 kg de CO2 por kWh
Diésel: 2,68 kg de CO2 por litro
Gasolina: 2,31 kg de CO2 por litro
Viajes en avión (corta distancia, clase económica): 0,150 kg de CO2 por pasajero/km
Los factores de conversión de GEI tienen los siguientes propósitos:
Estandarización: garantiza que los datos sobre emisiones sean comparables entre sectores y jurisdicciones.
Transparencia: Proporciona una metodología clara para calcular las emisiones de carbono.
Cumplimiento normativo: ayuda a las empresas a cumplir con los requisitos de informes de emisiones nacionales e internacionales.
Seguimiento del desempeño: permite a las empresas monitorear las emisiones a lo largo del tiempo y evaluar la efectividad de las iniciativas de sostenibilidad.
Comprender los estándares del Protocolo de GEI
El Protocolo de GEI es el marco más utilizado para medir y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero. Proporciona directrices, herramientas y estándares para que las empresas y los gobiernos cuantifiquen, gestionen y reporten con precisión las emisiones.
La incorporación de factores de conversión de GEI y estándares del Protocolo de GEI en su estrategia de gestión de activos físicos ofrece varias ventajas:
Cumplimiento normativo: Facilita el cumplimiento de las regulaciones ambientales locales e internacionales.
Informes de sostenibilidad mejorados: proporciona datos confiables para inversores, clientes y partes interesadas.
Reducción de costos y eficiencia: Identifica ineficiencias y oportunidades para optimizar el consumo energético.
Gestión de riesgos: ayuda a mitigar los riesgos financieros y de reputación relacionados con el cambio climático.
Ventaja competitiva: Las empresas sostenibles atraen más inversores y clientes.
Integración con la Gestión de Activos Físicos: Permite la optimización del ciclo de vida de los activos, inversiones en tecnologías eficientes y mantenimiento predictivo.
Los factores de conversión de GEI y los estándares del Protocolo de GEI son herramientas esenciales para las empresas que buscan reducir su huella de carbono y mejorar la sostenibilidad. La integración de estos marcos en la gestión de activos físicos garantiza el cumplimiento normativo, la eficiencia operativa, la gestión de riesgos y la ventaja competitiva.
Dado que las preocupaciones climáticas están configurando el entorno empresarial, las organizaciones que midan y mitiguen activamente sus emisiones estarán mejor posicionadas para el éxito a largo plazo.
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