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La Unión Europea (UE) ha intensificado tus esfuerzos por promover la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Un hito importante en este camino es la reciente Directiva europea 2024/01275, que establece nuevas directrices para la gestión sostenible de los edificios.
El pasado mes de abril, el Parlamento Europeo alcanzó un hito importante al finalizar la adopción de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios. Esta Directiva, que forma parte del Pacto Verde de la UE [1], tiene como principal objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la eficiencia energética de los edificios en la UE.
La nueva Directiva hace hincapié en la necesidad de establecer normas mínimas de eficiencia energética, fomentar la renovación energética de los edificios existentes y promover el uso de tecnologías de energía solar. También subraya la importancia de eliminar progresivamente el uso de combustibles fósiles para calentar y refrigerar los edificios, con el objetivo de lograr edificios con cero emisiones para 2050.
La Directiva sobre Eficiencia Energética de los Edificios (DEEE) tiene importantes implicaciones y oportunidades para los Estados miembros, las empresas y la sociedad en general.
¿Cuáles son los puntos clave de esta Directiva?
La DEEE fija objetivos ambiciosos para mejorar la eficiencia energética de los edificios existentes y de nueva construcción. Esto incluye el fomento de tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de energía y las emisiones de carbono, como:
Para conseguir edificios con cero emisiones de aquí a 2050, la Directiva fomenta una profunda renovación energética de los edificios existentes. Esto implica:
La DEEE destaca el papel crucial de los vehículos eléctricos en la descarbonización y promueve la instalación de sistemas de recarga en los edificios. Entre las medidas se incluyen:
La digitalización del sector de la construcción es clave para mejorar la eficiencia energética de los edificios. La Directiva lo promueve:
La EPBD tiene el potencial de reducir la pobreza energética haciendo que los edificios sean más accesibles y asequibles de mantener para tus ocupantes, a través de las siguientes medidas:
Cada Estado miembro es responsable de desarrollar su propio plan: el Plan Nacional de Renovación de Edificios (PNRE). Se trata de una iniciativa de la EPBD cuyo objetivo es fomentar la eficiencia energética y la renovación de edificios para mejorar la eficiencia energética y el confort de los edificios, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la creación de empleo en el sector de la construcción.
En primer lugar, el plan requiere un análisis exhaustivo del parque de viviendas existente, teniendo en cuenta su composición, antigüedad, eficiencia energética y necesidades de renovación. Esto implica identificar los obstáculos en el mercado, las capacidades del sector de la construcción, la eficiencia energética y las energías renovables, así como evaluar la vulnerabilidad de los hogares.
A continuación, el plan establece objetivos claros y cuantificables e indicadores de progreso para supervisar los avances en la transformación de los edificios existentes en estructuras neutras en emisiones, incluida la reducción de la pobreza energética.
Además, debe detallar las políticas y medidas específicas que se aplicarán, y cuándo, para apoyar la consecución de los objetivos fijados. Esto podría incluir incentivos financieros, normativas de rendimiento energético y programas de apoyo técnico para animar a los propietarios de edificios a llevar a cabo obras de renovación energética.
Otro aspecto importante es determinar las necesidades de inversión y las fuentes de financiación disponibles para las actividades de renovación. Esto puede implicar recursos públicos, financiación privada e instrumentos de apoyo de la Unión Europea.
El plan también establece normas mínimas de eficiencia energética para los edificios no residenciales y define una senda para la renovación del parque inmobiliario residencial, con objetivos intermedios de reducción del consumo de energía.
Además, el PNRE promueve la formación y cualificación de profesionales del sector de la construcción, concretamente arquitectos, ingenieros y técnicos especializados en eficiencia energética. Esta medida pretende garantizar la disponibilidad de mano de obra cualificada para llevar a cabo las obras de rehabilitación. Así como sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la eficiencia energética en los edificios, con el objetivo de animar a los propietarios de edificios a adoptar prácticas más sostenibles.
A modo de resumen, algunas de las medidas clave del Plan Nacional de Renovación de Edificios (PNRE) con arreglo a la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) son:
Los Estados miembros deben presentar tus proyectos de planes a la Comisión Europea cada cinco años, sujetos a evaluación y posibles recomendaciones. Se celebran consultas públicas para garantizar la participación de las partes interesadas, como autoridades locales, organizaciones de la sociedad civil y grupos vulnerables.
La Comisión Europea evalúa los planes presentados, comprobando que los objetivos son suficientemente ambiciosos, que las políticas y medidas propuestas son adecuadas y que los recursos asignados son suficientes. Sobre la base de esta evaluación, pueden formularse recomendaciones específicas para cada Estado miembro a fin de garantizar la alineación con los objetivos generales de reducción de emisiones y mejora de la eficiencia energética.
El Modelo PNR, mencionado en el artículo 3 de la Directiva, define indicadores obligatorios y opcionales, así como políticas y medidas, objetivos y trayectorias para la renovación del parque inmobiliario. He aquí una versión simplificada:
Aquí destacamos los puntos clave del modelo del Plan Nacional, que facilitan la comprensión y la aplicación de medidas para la renovación energética de los edificios.
Encontrará más información en el documento oficial de la UE.
El Marco General Común para la Metodología de Cálculo de la Eficiencia Energética de los Edificios, mencionado en el artículo 4 de la Directiva, establece las directrices para determinar la eficiencia energética de los edificios. Se basa en el consumo de energía calculado o medido y debe reflejar el consumo típico de calefacción, refrigeración, agua caliente, ventilación, iluminación y otros sistemas técnicos.
Los Estados miembros deben garantizar que el consumo energético típico sea representativo de las condiciones reales y del comportamiento de los usuarios. La metodología deberá permitir determinar la influencia del comportamiento de los ocupantes y del clima local. La eficiencia energética se expresará mediante un indicador numérico de energía primaria por superficie de referencia y año.
La metodología se describe sobre la base de las normas europeas pertinentes y debe ser transparente y abierta a la innovación. Los Estados miembros reconocerán y contabilizarán en la metodología los beneficios de proporcionar redes urbanas de calefacción o refrigeración.
Las necesidades energéticas se calculan a intervalos mensuales para tener en cuenta la variabilidad de las condiciones. Los factores de energía primaria se actualizan periódicamente y se basan en matrices energéticas previstas.
El rendimiento energético se expresa mediante indicadores adicionales, como la energía renovable, la energía no renovable y las emisiones de gases de efecto invernadero. La metodología tiene en cuenta diversos aspectos, como las características térmicas, las instalaciones técnicas y las condiciones climáticas.
Los edificios se clasifican en varias categorías para facilitar el cálculo de la eficiencia energética.
La DEEE brinda varias oportunidades a los distintos sectores y agentes implicados en el mercado inmobiliario y la transición energética. Algunas de ellas son:
La aprobación de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (DEEE) desempeña un papel crucial en la descarbonización por varias razones:
En conclusión, la EPBD no sólo impulsa la transición hacia edificios más eficientes y sostenibles, sino que también crea importantes oportunidades económicas en diversos sectores relacionados con la construcción y la energía, representando un paso adelante en el camino de la UE hacia la sostenibilidad, ya que al impulsar la eficiencia energética de los edificios, esta legislación contribuye a reducir las emisiones de carbono y crea oportunidades de crecimiento económico y de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos europeos. La aprobación de la EPBD es fundamental para la descarbonización, ya que promueve la eficiencia energética, el uso de energías renovables y la reducción de las emisiones de carbono en el sector de la construcción, contribuyendo así a los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.
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[1] ElPacto Verde Europeo esboza un conjunto de medidas para hacer frente a los retos climáticos y convertir a Europa en el primer continente neutro en carbono de aquí a 2050, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentando la transición hacia energías limpias y renovables.