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La gestión de instalaciones evoluciona a un ritmo vertiginoso, impulsada por la innovación tecnológica, las crecientes necesidades de sostenibilidad y las nuevas dinámicas en el lugar de trabajo. En 2025, los gestores de instalaciones se enfrentarán a retos complejos, pero también dispondrán de herramientas y tecnologías capaces de transformar su forma de gestionar edificios y recursos. A continuación detallamos algunas de las principales tendencias y retos que marcarán este sector en los próximos años:
Estas tendencias exigen innovación, seguridad e inversión en el desarrollo de competencias, creando un futuro más sostenible y eficiente en la gestión de instalaciones.
A medida que los edificios se conectan y digitalizan, la ciberseguridad se convierte en una prioridad. Sistemas como el control de accesos, la gestión energética y la automatización de edificios son permeables a los ciberataques, y cualquier brecha puede acarrear enormes pérdidas, tanto económicas como de reputación.
Retos: Los edificios inteligentes y los sistemas de gestión digitalizados dependen de una sólida infraestructura cibernética. Los gestores de instalaciones tendrán que adoptar un enfoque holístico de la ciberseguridad, desde la seguridad física de los servidores hasta la formación continua de los equipos sobre cómo prevenir y responder a los ataques.
Soluciones: La implantación de sistemas de supervisión en tiempo real y la estrecha colaboración con los equipos informáticos serán fundamentales para proteger los sistemas. Además, la integración de tecnologías de seguridad avanzadas, como la autenticación multifactor y el cifrado de datos sensibles, ayuda a proteger los datos del edificio y de sus ocupantes.
La ciberseguridad también será una preocupación central a la hora de proteger los datos sensibles de los ocupantes y el funcionamiento del edificio. Los gestores tendrán que adoptar prácticas estrictas de supervisión, auditoría y respuesta a incidentes para garantizar que los sistemas de control y supervisión no sean objeto de accesos no autorizados.
Con la creciente complejidad de la gestión de instalaciones, la escasez de profesionales cualificados es una preocupación constante. La necesidad de cualificación en tecnologías emergentes como la automatización, la inteligencia artificial y la sostenibilidad obliga a los gestores de instalaciones a adaptar y formar a sus equipos para afrontar los nuevos retos.
Retos: La escasez de talento cualificado en el sector obliga a las empresas a centrarse en la formación y retención de los empleados. Además, la rápida evolución tecnológica exige una adaptación constante, por lo que los profesionales de las instalaciones necesitan competencias específicas en ámbitos como la gestión de datos, la automatización y la ciberseguridad.
Soluciones: Invertir en la formación continua y el reciclaje de los profesionales de las instalaciones será esencial para garantizar una mano de obra cualificada. Las asociaciones con instituciones educativas y los programas de desarrollo profesional también pueden ser útiles para atraer y retener el talento.
La sostenibilidad en 2025 va más allá de la transición a las energías renovables, centrándose en la aplicación de una gestión medioambiental eficaz. El principal reto será que las empresas se adapten a un nuevo paradigma en el que la eficiencia medioambiental se convierta en un criterio fundamental para el funcionamiento diario. En este escenario, la gestión eficiente de los recursos y la minimización del impacto medioambiental serán esenciales para la supervivencia y el crecimiento de las empresas, especialmente a medida que aumenten las expectativas en torno a las responsabilidades medioambientales.
Retos: Integrar prácticas medioambientales eficaces implica superar una serie de retos. Uno de los principales obstáculos es lacomplejidad de implantar sistemas de seguimiento, control y mejora del impacto ambiental, sobre todo en empresas con operaciones complejas y diversificadas. El cumplimiento de una normativa medioambiental en constante evolución y la necesidad de una gestión precisa de los recursos son también cuestiones que requieren una atención permanente.
Soluciones:
La solución a estos retos pasa por adoptar un Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA), que permita a las empresas controlar y gestionar eficazmente su comportamiento medioambiental. Un SGMA bien implantado no sólo garantiza el cumplimiento de la normativa medioambiental, sino que también permite optimizar los recursos, reducir los residuos y promover prácticas más ecológicas. La integración de tecnologías que recojan y recopilen datos en tiempo real sobre el uso de recursos y las emisiones contaminantes proporciona una visión clara y precisa de las operaciones, lo que permite tomar decisiones con mayor conocimiento de causa y aplicar estrategias de mejora continua.
El mantenimiento predictivo está sustituyendo al mantenimiento reactivo y basado en el tiempo, utilizando sensores y algoritmos de inteligencia artificial (IA) para predecir cuándo necesitan mantenimiento los sistemas de los edificios antes de que se produzcan fallos. Esto no solo ayuda a evitar costes imprevistos, sino que también garantiza la continuidad de los servicios en los edificios.
Retos: La principal dificultad para adoptar el mantenimiento predictivo es la necesidad de invertir en tecnología para instalar sensores IoT y sistemas de análisis de datos. Además, los gestores de instalaciones necesitarán formación especializada para interpretar datos complejos y tomar decisiones eficaces basadas en ellos.
Soluciones: Muchos sistemas informatizados de gestión del mantenimiento (GMAO) ya vienen con módulos integrados de mantenimiento predictivo. Integrar la IA en estos sistemas ayuda a anticipar los fallos de los equipos y a optimizar el ciclo de vida de los activos. A largo plazo, el mantenimiento predictivo genera ahorros sustanciales en reparaciones y sustituciones de equipos.
El análisis predictivo permitirá a los gestores identificar patrones de desgaste y fallos antes de que se conviertan en críticos. El uso de sensores avanzados y datos en tiempo real ofrecerá una imagen más clara del estado de funcionamiento de sistemas como los de calefacción, ventilación, aire acondicionado, ascensores e iluminación, lo que reducirá el tiempo de inactividad y aumentará la eficiencia.
La transformación del lugar de trabajo, acelerada por la pandemia del COVID-19, ha llevado a muchas empresas a adoptar modelos híbridos, en los que los empleados dividen su tiempo entre el trabajo desde casa y en la oficina. En 2025, la gestión de instalaciones tendrá que seguir respondiendo a esta realidad creando entornos de trabajo más flexibles y colaborativos.
Retos: Adaptar los espacios a las necesidades de los trabajadores híbridos exige reconfigurar la distribución de los edificios y reevaluar los servicios ofrecidos. Además, la gestión de los equipos de oficina y los espacios compartidos puede resultar más compleja cuando los ocupantes no están siempre presentes en el mismo lugar.
Soluciones: Para responder a estos retos, las empresas pueden adoptar tecnologías de reserva de espacios, como aplicaciones móviles que permitan a los empleados elegir y reservar espacios de trabajo flexibles. Supervisar el uso de los espacios, mejorar la calidad del aire e introducir nuevos sistemas de control de la temperatura y la iluminación mejorarán la experiencia en el lugar de trabajo.
La flexibilidad será esencial para atraer y retener el talento en 2025. Los gestores de instalaciones tendrán que garantizar que los espacios de trabajo sean adaptables y ofrezcan a los empleados un entorno saludable, cómodo y tecnológicamente avanzado.
La gestión de instalaciones se basa cada vez más en los datos, y los gestores utilizan la información en tiempo real para tomar decisiones más informadas. El análisis predictivo, alimentado por datos procedentes de sensores y sistemas de gestión, permitirá prever las necesidades futuras y optimizar el funcionamiento de los edificios.
Retos: La gran cantidad de datos generados puede ser difícil de gestionar e interpretar, por lo que se requieren sistemas de análisis sólidos y profesionales cualificados para interpretar estos datos. Además, la integración de diferentes fuentes y plataformas de datos puede suponer un reto.
Soluciones: Las plataformas de gestión de edificios, cada vez más sofisticadas, integran funciones de análisis predictivo, lo que permite a los gestores de instalaciones tomar decisiones más ágiles e informadas. El uso de algoritmos de aprendizaje automático puede ayudar a predecir patrones de uso y optimizar los sistemas, mejorando la eficiencia y la sostenibilidad.
La transformación digital de los edificios ya se está produciendo a través de tecnologías como el Internet de las cosas (IoT)la automatización y la Inteligencia Artificial (IA). En 2025, las funcionalidades de los edificios inteligentes serán aún más sofisticadas. No solo para optimizar la eficiencia energética, sino también para mejorar la experiencia de los ocupantes, creando entornos más personalizados e inteligentes.
Retos: La implantación de tecnologías inteligentes requiere una importante inversión inicial y puede haber resistencia al cambio por parte de los gestores de instalaciones, más familiarizados con los métodos tradicionales. Además, integrar distintos sistemas tecnológicos puede ser complicado y requerir formación especializada.
Soluciones: Los avances en la interoperabilidad de los sistemas permitirán una integración más sencilla y eficiente. Por ejemplo, las plataformas inteligentes de gestión de edificios (o BMS) podrán combinar datos de diferentes sensores para optimizar el rendimiento de sistemas como la iluminación, la climatización y el control de accesos. A medida que las tecnologías sean más accesibles, los costes iniciales también tenderán a reducirse.
Los sistemas de gestión de edificios (BMS ) también estarán más integrados con las plataformas de datos en tiempo real, lo que permitirá a los gestores supervisar y controlar los sistemas críticos del edificio, como la seguridad, el confort y el consumo de energía, desde un único panel de control. único panel de control. La automatización de edificios se basará en agentes de IA que ajusten continuamente las condiciones del entorno en función de las preferencias de los ocupantes y las condiciones externas, interactuando directamente con los sistemas y gestionándolos.
La gestión de instalaciones en 2025 estará marcada por la convergencia de tecnologías, sostenibilidad y un enfoque centrado en las personas. La transición hacia edificios más inteligentes y sostenibles, combinada con el uso de datos en tiempo real, hará que la gestión del espacio sea más eficiente y eficaz. Sin embargo, los retos relacionados con la implantación de nuevas tecnologías, la escasez de talento cualificado y la adaptación a nuevas formas de trabajar requerirán un enfoque innovador y una formación continua.
Para los gestores de instalaciones, 2025 ofrece extraordinarias oportunidades de transformar sus edificios y operaciones. Con la integración de nuevas tecnologías y la atención prestada a la sostenibilidad y el bienestar de los ocupantes, el futuro de la gestión de instalaciones será más inteligente y ecológico.
¿Está preparado para afrontar los retos y aprovechar las nuevas tendencias en gestión de instalaciones? Póngase en contacto con nosotros para descubrir cómo podemos optimizar la gestión de sus activos y crear un futuro más eficiente y seguro para su lugar de trabajo.